Investigación al servicio de personas sensorialmente diversas

Un egresado de la Maestría en Ingeniería de Software realizó una investigación para determinar cuáles son las características adecuadas para implementar interfaces adaptativas en los sistemas interactivos orientados a niños y niñas con diversidad sensorial.

Andrés Enrique Calderón, Ingeniero de Proyectos de Desarrollo de TI del Centro de Servicios Informáticos de la Javeriana Cali, se planteó estructurar las características que impactan el diseño de una narrativa interactiva y comprobar el procedimiento para obtener el listado de los requerimientos, presentándolo como insumo en un caso de ejemplo para producir un prototipo no funcional.

Cabe anotar que esta investigación, dirigida por el profesor Andrés Navarro Newball, se realizó como parte del proyecto colaborativo entre Colombia y Québec ‘Narrativa, realidad virtual y deficiencias sensoriales’, que busca crear piezas visuales y táctiles de animales colombianos en riesgo de extinción, de tal manera que beneficie a personas sensorialmente diversas y sensibilice a la población en general acerca de dicha problemática ambiental.

Andrés parte de la idea de que “el avance de la tecnología ha permitido que las personas en condición de discapacidad sean tenidas en cuenta para una integración social más activa y se construyan herramientas de apoyo a la medicina con el fin de atender pacientes que se encuentren en terapias o en tratamientos de rehabilitación a causa de una discapacidad presentada”.

Asimismo, señala que la construcción de dispositivos adaptables para personas con discapacidad ha permitido su inclusión para realizar actividades de vida cotidiana. “A partir de estos resultados, obtenidos con mayor precisión, se pueden generar ideas para mejorar la calidad de vida y brindar una mayor oportunidad de inclusión a personas que por sus condiciones han estado lamentablemente marginadas”.

En ese sentido, el egresado javeriano identificó los requerimientos funcionales y no funcionales que se deben tener en cuenta para diseñar y crear una interfaz que se adapta a las preferencias o perfil del usuario y que permita a las personas con diversidad sensorial auditiva o visual acceder a los mundos soportados por las tecnologías del continuo virtual, que abarca las posibles variaciones y combinaciones de objetos virtuales y reales.

El continuo virtual es una gran alternativa para el desarrollo de tecnologías que buscan mejorar el entorno educativo. Sin embargo, muchos de estos trabajos no consideran la inclusión de personas que poseen diferentes tipos discapacidad visual y auditiva.

De acuerdo con el egresado javeriano, resulta complejo desarrollar una interfaz con estas características. En ese sentido, las interfaces adaptativas surgen como una alternativa para que un sistema interactivo pueda ser accesible a personas con diversas condiciones. Sin embargo, no existe evidencia de un trabajo que formule los requerimientos que se deben tener en cuenta en este tipo de interfaces cuando se usan en las condiciones anteriormente descritas.

“Las herramientas existentes permiten que se facilite la autonomía de las personas a la hora de querer realizar sus tareas cotidianas dependiendo del tipo de discapacidad, como lo son, por ejemplo, la auditiva, visual, movilidad reducida y discapacidad intelectual, pero estas herramientas no se encuentran integradas, por lo cual no son adaptables a todo tipo de usuarios”, añade Calderón.

A partir de la revisión bibliográfica identificó, por ejemplo, que los dispositivos tecnológicos que proporcionan accesibilidad informática a las personas con una limitación física en sus extremidades superiores o que tienen alguna dificultad usando sus manos pueden ser accedidos con gafas adaptables, o que es posible ayudar a las personas con problemas de visión a encontrar objetos dentro de un ambiente interior desconocido con una ayuda de orientación móvil capaz de cambiar sus propios parámetros para adaptarse mejor a las fortalezas y limitaciones de percepción que los usuarios puedan tener, y que las interfaces cerebrocomputadora pueden ayudar a adaptar la asistencia háptica para las personas que atraviesan un laberinto virtual o ayudar a perforar el hígado con una aguja en la simulación de una biopsia tumoral.

Además, realizó una exploración de tecnologías de desarrollo y visualización de realidades expandidas con el objetivo de proporcionar información que permita identificar cuáles son las más utilizadas actualmente y puedan reconocerse como las mejores opciones a considerar cuando se requiera desarrollar una aplicación de realidad virtual o realidad aumentada para interfaces adaptativas.

Finalmente, señaló una serie de recomendaciones para el diseño de dichas interfaces, entre ellas, que las aplicaciones cuenten con un menú de navegación principal o menú universal que presente el estado del hardware en caso de que se esté utilizando un dispositivo móvil o un casco de realidad virtual, de tal manera que presente el tiempo de duración de la batería o la calidad de conexión WiFi.

“Puede ser que durante el uso de la aplicación se emita un sonido permanente que indique que el sistema está activo, sin que llegue a ser molesto, de tal forma que, si se deja de escuchar, quiere decir que se presenta un problema de funcionamiento de la aplicación. Si la narrativa consiste en realizar un recorrido por un bosque, se podría utilizar el canto de un pájaro, por ejemplo, 105 y se le podría indicar al usuario qué tanto le falta para terminar el recorrido para que él tome la decisión de continuar hasta finalizar o suspender el recorrido y cambiar a una siguiente fase”, puntualiza Calderón.